lunes, 14 de julio de 2014


Mente sumisa

Como si fuese enlenteciéndose el tiempo, baja mi ritmo respiratorio queriendo llegar a la nada.
La inexistencia y los miles de diálogos multiformes, presionando para liberar,
sentir la descompresión

la revienta
la rabieta

la compresión cervical
la tensión muscular
el elixir de los tiempos perdidos

Una mano que acaricia y abraza al corazón dolido
¿acaso no habrá más explicaciones?
mis ojos lloviznan y por dentro la tormenta, el escalofrío, el susurro

Atravesada por el vacío invernal
siento huecos en el cuerpo
y en toda el alma que te extraña

miércoles, 15 de enero de 2014

che¡mist.r.y!

Empezando el año
extraño un año
donde no pensaba
¡qué extraño el uranio!

(aquel elemento 
con más peso atómico
sobre otro en la naturaleza)
¡qué extraño el uranio!

Aunque quiera hablar
de un año extraño
donde aprendí sobre
el extraño estaño

Extraño el extraño año




viernes, 27 de diciembre de 2013

martes, 19 de noviembre de 2013


2195

La luna parece plástico, se corre hacia la derecha
se corroe, inmundo en su belleza primaveral

Todos somos un poco lunas, rodeados de estrellas
brillantes al anochecer

Solas en una órbita,
reflejos de un sol.

La luz no es propia
tampoco el calor que funde un verano
una idea, un amor

Buenos Aires son frustraciones,
el camino de la fama olvidado

Sueños rotos, fantasías sin cumplir.
Eso es, eso estoy.

¡qué agotador este mundo mío!
Calles que no olvidan recuerdos inundados

Tempestades internas
que no son sin tu son.

Son, tú ¿qué más que el que sea pertinente cada momento?
tan cambiante, tan inconstante, tan nada...

¿Qué tú? tú ni yo, sin mi, sin son

La gente corre, ansiosa y olvida
Yo, Oliverio mi olvido

Ay ¡qué olvido escurridizo! 
¡ay, ay! qué pesada esta situación

Cae lento, se escurre, se aspira
Silencioso y sin tos te llena de comida los pulmones
y te (m)ata.

lunes, 14 de octubre de 2013

Vale


¿no sentís, a veces, que el mundo avanza y vos no?
tu voz estática, ¡tú!¡vos!


¿no sentís, a veces, como si quisieras ponerle play a tu vida;
como si imperiosamente te gritaras, en silencio, ¡arrancaaaaá!?