No sé si es por la lectura que atraviesa mis ojos
No sé si es por la Luz tenue que penetra en mi departamento
No sé si es la Soledad que quiere, desesperadamente, ser mi amante
No sé si son mis rodillas que están cansadas de rezar
O si son las cicatrices de los cortes que no fueron
O si soy quien quiere que la Soledad sea el resguardo
O si la Luz se oculta detrás de la persiana
O si la lectura y la música llegan a mi corazón
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