Momentos como estos en los que la noche se nubla,
en los que el cielo oscuro oscurece mi alma
donde no hay monedas mágicas que me hacen sonreír.
Momentos donde el viento sopla fuerte
y no hay tormenta para que llegue la calma,
no hay abrazos, amigos ni flores.
Momentos donde uno conoce a todos y nadie conoce a uno,
donde uno no es más que nada y, sin embargo,
no puede evitar llamarse a uno como... uno.
Uno: un tango, un numero, una persona;
uno, que no es nada y es todo
uno... un cielo oscuro, una lluvia, uno más.
Cuando quieras
ResponderEliminarmi paraguas
amarillo
sueña con vos.