domingo, 26 de febrero de 2012

Sub[estimado]

-pero es buena
-si pero a mi ¿de qué me sirve eso?
-y, pensá que se le puede hacer trampa mucho más fácil
(...)

ella escuchó cada una de sus palabras pero nunca dijo nada, era buena pero no lo suficientemente estúpida. Observó cada uno de sus movimientos, presenció cada aspiración mal oculta por falsas toses y, otra vez, no dijo nada. Ella se complació con mirar, escuchar, oler... ella lo sabía todo pero omitió sus comentarios.

No subestimen a alguien por su bondad, el límite está fino y casi imperceptible pero si uno es meticuloso y observa con precisión entonces lo ve a kilómetros de distancia.

Para algunos la diferencia entre bondad y estupidez no existe pero otros tenemos un poco más de suerte y la vemos con claridad.

No hablar no es siempre sinónimo de no saber






(quizás... sabemos demasiado)

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